domingo, 15 de enero de 2012

Ya pasaron 2 semanas...

Sí...dos semanas desde que publiqué por primera vez en este blog. Y ahora qué?...me pregunté todo este tiempo, tratando de pensar qué iba a escribir la próxima vez. De tanto pensar se te pasa la vida y dejás de hacer todo lo que te propusiste, todo lo que empezaste con tanto esfuerzo.
Así que le hago caso a mi marido...a David..."Sólo sentate y escribí"...así me dijo esta mañana, y es lo que estoy haciendo...
Todos dicen que una vez que das el primer paso, sea cual sea tu emprendimiento, los demás son mucho más fáciles, que lo importante es "empezar". Pero he comprobado que no solo las "ganas" son suficientes...

Y hablando de ganas, emprendimientos, tareas por realizar...comienzo de año es siempre sinónimo de nueva vida, nuevas metas, nuevos proyectos, nuevos anhelos...
He escuchado al menos 5 psicólogos hablando de lo mismo en entrevistas hechas por periodistas muy reconocidos...y no todos han llegado a la misma conclusión. Pero yo he sacado la mía, y hoy me gustaría compartir con ustedes qué he decidido para este flamante año 2012, que si bien algunos piensan que se acabará el mundo en diciembre, yo creo que es un año de oportunidades, un año en el que todos podemos mejorar y reconocer con agradecimiento lo que tenemos.

Cuando era más chica, por no decir más joven...(que feo suena eso), bueno, mejor digo, cuando tenía unos años menos...empezaba el año con 5 o más metas por realizar, todas muy bien pensadas, evaluadas, seleccionadas. Llegaba el mes de marzo y ¿cuántas había cumplido?...ninguna...ni una sola...y luego...venía el desánimo, el olvido, y las 5 o más metas que me había planteado con tanta alegría y espectativa, quedaban disueltas en el aire, como partículas que se las lleva el viento...y así pasaba el año, sin haber terminado ni un solo proyecto.
Es por esta razón, que después de 36 años de vida, he decidido cambiar mi metodología, ya no me pondré metas difíciles, complicadas, rebuscadas. Sólo eligiré una que me ayude a cumplir varias al mismo tiempo. Y esta vez, será DISFRUTAR de las cosas sencillas y simples que me ofrece la vida. Sí, sí. Como leyeron, parece fácil, pero en realidad no lo es. Y por qué?...porque como humanos lo único que hacemos es pensar en lo que no tenemos, en lo que está por venir, en que seremos felices si ocurre tal o cual acontecimiento, y nos olvidamos de los pequeños detalles, esos que nadie ve, pero están ahí para alegrarnos el día. (Aclaración: Esto no tiene nada que ver con el conformismo, ni mucho menos) Lo digo por las dudas para que no haya malentendidos.

Cosas simples y sencillas...a ver... hay tantas para mencionar...
¡Ya sé!, tengo en mi mente la imagen del domingo pasado, todos en familia, disfrutando de unos riquísimos bizcochos caseros con dulce de leche y unos espumosos y sabrosos mates!. ¿Sencillo? Por supuesto que si. Pero esos momentos quedan grabados en la mente y en el corazón de una familia. (De paso agradezco a la persona que me enseñó como hacerlos...(a los bizcochos digo), a Analía, una de mis grandes e inolvidables amigas de Pergamino. Algún día les contaré como nos conocimos y de qué forma fue creciendo una verdadera amistad).







Una vez publiqué esta receta en Facebook, y como es tan pero tan sencilla, se las escribo nuevamente para que la disfruten como yo.
Solo necesitarán:

Harina leudante (cantidad necesaria)
1 Pote de crema de leche.

¿Eso es todo? Si, si, eso es todo, bueno, un poco de sal, pero eso mas que un ingrediente, es un detalle indispensable para darle sazón a la vida! Y si es sal marina, mucho mejor!

Bueno...¿cómo se hacen? Muy fácil. En un recipiente colocan el pote de crema. Usan el pote para medir la misma cantidad de harina, más un poquito más. Lo unen con las manos, no mucho, luego estiran la masa un poco gruesa y con un cortador, o tapita o lo que tengan cortan los bizcochos. Los colocan en una fuente para horno y los pinchan como los bizcochos de grasa que tanto disfrutamos en Argentina, y con solo unos 10 minutitos de horno, ya estarán listos para disfrutarlos con unos ricos matecitos!!
Algunos se preguntarán por qué los de la foto se ven oscuritos...bueno, en casa andamos con la onda "saludable", así que los que yo hice son integrales, solo para darle un toque mas rústico.
Y eso es todo...con tan poco uno puede disfrutar y estar agradecido...

Disfrutar de las cosas simples y sencillas que te ofrece la vida...esa va a ser mi meta para este año...

¿Y ustedes?...¿ya decidieron cuáles serán sus metas o proyectos para este año?

Bueno...los dejo. Me voy a disfrutar de algo tan sencillo como ayudar a David y a mi hijo Joaquín a armar un kit de modelismo plástico (auto) que recibió en Navidad.

Ah, me olvidaba...lo de la promesa que les iba a contar, bueno, van a tener que esperar, es solo que esta vez, la inspiración tomó un rumbo diferente...

domingo, 1 de enero de 2012

Feliz 2012!! POR FIN Estoy empezando a escribir mi blog!


"Ay, no sé...mejor no escribo nada ahora, son casi las dos de la mañana, el primero de enero del flamante año del dragón y tengo un sueño que se me caen los párpados. Mejor empiezo a escribir mañana...."

"Pero esperá, si no es hoy, no empiezo jamás...", y así terminé por convencerme a mi misma que vale la pena comenzar HOY a lograr mis sueños, a hacer aquellas cosas difíciles que valen la pena. Por eso, voy a sacrificar unos minutos para comenzar bien esta etapa nueva de mi vida, justo cuando corresponde, el primer día del año, junto con mi nuevo iPod-un regalo de Navidad (¡gracias, David!), y mi esposo (otra vez, ¡gracias!), en esta pequeña ciudad con alma de pueblo (Logan) en el extremo norte del estado de Utah, EEUU.

A decir la verdad, 2011 ha sido un año difícil, quizás el más duro de mi vida hasta ahora, y es con mucho gusto que le cierro la puerta en la cara, sin dar vueltas ni razones, ni miradas hacia atrás. De ahora en más, miro hacia adelante, como corresponde. Bienvenido, 2012, con todo lo que depararás, sea lo que sea. Está por demás decir que algunas cosas ya se pueden dar por sentadas. Éste es el año en el que yo, Evy, tomo el control de mi vida, pese a las dificultades de estar viviendo en un país cuya cultura me cuesta compartir, y cuyo idioma no me termina de convencer del todo.

Además, éste es el año en el que tendré a mi cuarto hijo, que aún no sé como se llamará. Francamente, todos esperaban que fuera una nena, aunque mi intuición decía que no, y ahora ¡parece cada vez mas cierto que la intuición de una madre no falla! Ya va creciendo esta pequeña familia mía, cada día más dinámica, compleja, y difícil de manejar, pero lo voy a lograr con la ayuda de mi familia y de mis amigas del alma, las que viven en mi pueblo natal de Pergamino, las que he conocido en Japón y EEUU, y las que apenas van conociendo mi mundo, el que llamo con mucho cariño, el mundo de Evy.

Espero que me acompañen en este pequeño viaje de confesiones, de búsquedas, de soluciones, de aprendizaje, y sobre todo, de creaciones. A fin de cuentas, en este mundo donde la vida es corta y las esperanzas se desvanecen, lo único que dejamos cuando nos vamos es nuestro legado de creaciones, para bien o para mal. Estoy a punto de compartir las mías con ustedes y espero que estén dispuestas a hacer lo mismo conmigo. Besitos y hasta pronto.

Adelanto: En la próxima edición les quiero contar sobre una promesa que mi esposo y yo nos hicimos antes de casarnos, hace mas de nueve años, cuando aún vivía en Argentina...